- Entendemos a las personas como inmersas en el contexto de unas relaciones sociales (económicas, políticas, etc.) que se construyen históricamente y se sitúan en redes de poder.
- Reconocemos la existencia de un extendido y profundo sufrimiento psicosocial en las personas en nuestra sociedad; un sufrimiento que es producido por el actual sistema de relaciones económicas y sociales dominante, el capitalismo, pero del que injustamente se responsabiliza, y hasta culpabiliza, en exclusiva, a las propias personas.
- Consideramos que en muchas ocasiones, los modelos dominantes en la atención al sufrimiento psicosocial en las personas, biologicistas e individualizadores, inmersos en lógicas de gobierno o de mercado, no sólo no resultan de utilidad a las personas, sino que incluso pueden producir más sufrimiento.
- Creemos que las personas pueden afrontar su sufrimiento psicosocial trabajando tanto en su interioridad psiquíca, como en su interacción con el entorno social, en la acción colectiva, desde sus propios recursos y potencialidades, tratando de incidir en la transformación de la realidad para la plena vigencia de los Derechos Humanos.
- Por todo ello, defendemos que es necesario construir alternativas de afrontamiento del sufrimiento psicosocial que reconozcan que el origen de numerosos problemas y daños que se producen en las personas se encuentran, en gran medida, también, en unas relaciones sociales dañadas y dañinas, que no reconocen ni respetan, en su necesaria plenitud, la dignidad de todo ser humano. Por ello, defendemos la necesidad de politizar el malestar y el sufrimiento psicosocial.
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